lunes, 26 de septiembre de 2011

Circuito de sol que lento se apaga,
de todas formas sigue su eje
tranquilo, despacio
orando el niñito que en brazos lo acoge,
cancioncitas de cuna para quienes esconden,
esos ojos de luz parpadeando la silaba primera.

Todo retorna como el hijo que nace
al pecho que aparece,
lanzaremos rocas a sus pies
para que se quede quietecito con nosotros

Nosotros que no caminamos,
que lamemos el piso en busca de preciados metales,
o la mejor amiga,
la lengua del gato.

El bebe que canta como llorando,
toda esa soledad de la semilla que se guarda a si misma,
que no saldra a ninguna parte
y que cierra los ojos para creer en las cosas que se hunden en un mar negro.

Sin importar cuantas meduzas peleen entre si,
todo seria parte de un movimiento natural,
y desinhibido.

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