Tres.

(el mismo que ahora)

Media tarde.

Soy la Magdalena en la mesa
las migajas de la once
encima de tu pantalón.

Estoy repartida por tus piernas.

Soy la Magdalena mordida
apurada por pulsión
sintonizada por una panaderia.

Estoy tan cerca, estos tan lejos.

Soy la Magdalena
dulce por costumbre
de vainilla por constancia
derrumbada por los dientes.


Soy tu desayuno y tu once,
pero jamás seré tu almuezo.

Tenía tres senos
los dos extremos eran redondos y grandes como jugosos melones maduros
el tercero era pequeño como una mini mandarina o una pelotita de tenis que se escondia de algun partido,
era una pena tan grande que casi se desprendia de su pecho.
Era una conjunción de atomos tristes , un club suicida
una pena redonda.
Del pezón se desprendía leche negra, esta mujer era nodriza de todos mis miedos.

Me ha parido
una yegua malherida
perdida
en el medio del camino

Una madre penetrada
por la luna
acabada
por un jinete sin fortuna

me han dejado
por lunatico
tirado
en un desierto poco carismatico

Me lamen el sudor
unos cuarenta caballos
pasan su enorme lengua
por mi oreja
y mi cabeza
me dicen al oido
que no corra
que no apure
que me calme
que no hay final que no sea un inicio
que me quede bajo el reino del sol
chupando caracoles
que las piernas se me hagan raices
y que convierta este lugar
en un bosque traga almas
que tenga hijos con la arena
y poblemos
este mar
de millones de llantos
de rocas solitarias

SER(piante)

Ser el suelo
ser la mancha de tu calzón

Ser lo que escupes
mirando al cielo
pensando en el infierno

Ser tu crisis adolescente

Ser la sangre
que el sol vierte
como un rio

Quiero ser
la maldá
más grande
de tu cariño.

Ser parte de tu arte
el invariable
el desechable
el que apartaste
junto a los caracoles.

Obra y gracia del Espiritu Santo.

Domingo por la tarde
en la calle Santa Maria,
días de verano ;
con el sol bien puesto
los grifos abiertos
los chiquillos en el barro
con los zapatos desabrochados
las narices sucias
la precocidad y mi curiosidad.

Los pantaloncillos cortos,
las piernas y los brazos largos;
deseando, deséandolos, y deséandose.

Fui el público, la barra, el querido,
el salvador, el bendito y el maestro,
y por dentro,
la bestia
o el amor
o quizás Dios.

Media tarde
Y manuel en la esquina
con las piernas cruzadas,
yo le voe boca de pez
me gusta.

Ya habiamos programado esta junta;

por la mañana en la fila
el Cuerpo de Cristo
en la tarde a las cinco
en el almacén de la Gloria
yo llevo el amor
Amén.

Dulce Uterina

Cuando digan que a su niña
le han robado, destruido, lamido
o degustado la flor
pues más bien,
es el estambre quien ha polinizado el pistilo

El polen soltado por una eyaculación
partiendo un camino hasta el ovario

La miel producida por el amor
las abejas, un ejercito de gestos coquetos
y sus antenas van orientadas por un arma quimica


El estigma o el comienzo del clitoris
como una revelación divina
el estilo a las profundidades
la conducción por un amor amarillo y primaveral

Su niña ha sufrido una metamorfosis floral
la pollera roja y los rojos pétalos
el tallo, las espinas y sus piernas
el cabello a las raíces
la cabeza bien puesta en la tierra

Será la primera vez
que sus pies toquen el cielo.

Por qué(escribo)

BORRADO

Una muchacha que hace pensar en alcohol (Hernan Lavin,Poemas para una casa en el cosmos 1963)

Esto de mirar dos rodillas
Esa muchacha semidesnuda
Con pequeñas cosas
ocultas.
Clara.
Con ojos color de apio.
Clara.Alejándose.Sin orden. Ahora.


Y verla correr.
y mirarla desde un tercer piso.
Casi como una abeja.Casi como una paloma.
Y pensar en una lancha.
En un pájaro.
En una mujer.
En alcohol.
Y es posible
Pero
nuevamente ver y decir que sí.
Que sin duda.Que en efecto.
Y pensar en una paloma
(casi en una paloma)
Y pensar en una lancha
(casi en una lancha)
y decir
no.

Cerrar una puerta.
Bajar de un tercer piso.
Verla correr.
Cai como una muchacha.
Casi como una muchacha.
Y pensar en un pez.
En el mar.
En una violeta.
O bien pensar en una ola.
Y verla correr.
Y decir que es una muchacha.
Y decir que no es una muchacha.
Y decir que sí.
En efecto.
Y decir
no.

Puerto infinito.

Hacia tus pies resbalo
para quedarme en las aberturas
de tu piel
y pasearme
por los abdominales de tus dedos
l e n t o s
en oposición absoluta peninsulares
Tu cuerpo esta en movimiento
y de él deseo producir un trabajo
el vacío reprimir
en distintos escondites
o el cielo.
Ocho mil doscientos aerolitos
sube al mío que te llevo en este loco pedazo de materia cósmica.

La atmósfera está que arde
c
a
i
g
o
Dos quijotes sobre ruedas
con una extraordinaria velocidad
poseen Energía cinética
ya que al chocar contra otro pueden moverme.

Me han llevado al lugar
donde las raíces fueron exiliadas
y sólo existen
fantasmas resoplantes
atrapados en grandes rocas
disueltas por el sol

Busco entonces
ciego y hambriento
tu contorno de vasija quemante
converniente al sentimiento
que experimenta el individuo
atrapado en el sol
de su propia existencia.

He nacido cansado

Dos carneros en mi puerta
con flores en sus cuernos
y un mensaje entre sus ojos
he batido el record de la miseria
sentado en este sillon de mimbre
acariciando el lomo de mi difunta mujer
esperando las siete trompetas
o un pacto con el diablo
con el que pueda organizar los versos de mi mente
y sostener la tristeza de mi alma.

En la esquina de mi pieza
una copa d evino con mi sangre
que bebo y bebo
hasta quedar borracho de mi
no es entonces la soledad la que me acongoja
es la ebriedad de mi alma
el hastio de mi cuerpo
y la torpeza de mi lengua.

He cubierot las ventanas
con todas nuestras cartas
hace ya mas de diez años
que llevo huyendo del sol
para así olvidarme
del color del recuerdo

Para pasar el tiempo
todos los dias
tomo el cuerpo de mi mujer
y le desabrocho
cada día un botón
de su largo vestido
para así hacerle el amor
eternamente.

Enjuagar (me)

A cada humano regalado se le miran los dientes,
trae contigo tu pasta y tu cepillo
te puedes lavar los dientes conmigo
pasarme lento
yo te beso los caninos
y te paso la lengua exhastivamente
por tus colmillos.

Que no vaya a ser que tus molares
se repleten de caries
para eso yo tengo una segunda lengua chiquita
que arrase con todas tus sobritas,
soy tu huesped invisible
y quiero mantener tu dignidad
para no ofender ningún presente
y para que tu madre
no te catalogue de imprudente.

Guardame hasta que te regales
luego despiertes
luego te la comas
y sea otra la nueva huesped,
yo en otra boca
procurare ser más indecente.

Antecesor. (a)

Una sombra que se mueve
como un tornado porvenir
una casa que se aleja
en el medio de una calle que se arranca
en un rincón de un mundo que se corre
que corre
que corre detrás de su cola
que es un cometa
un cometa que se cae
en la tierra que se agita
que comienza y se infinita
girando en una curva
que por Dios o por el Diablo
haya sido escrita.

Las razones estan puestas
en los frutos de los árboles,
las más tristes en los duraznos
que lloran al probarlos
las mas complejas en sandias
que por cada pepa que me trago
se me escapa una mentira.