viernes, 16 de octubre de 2009

Obra y gracia del Espiritu Santo.


Domingo por la tarde
en la calle Santa Maria,
días de verano ;
con el sol bien puesto
los grifos abiertos
los chiquillos en el barro
con los zapatos desabrochados
las narices sucias
la precocidad y mi curiosidad.

Los pantaloncillos cortos,
las piernas y los brazos largos;
deseando, deséandolos, y deséandose.

Fui el público, la barra, el querido,
el salvador, el bendito y el maestro,
y por dentro,
la bestia
o el amor
o quizás Dios.

Media tarde
Y manuel en la esquina
con las piernas cruzadas,
yo le voe boca de pez
me gusta.

Ya habiamos programado esta junta;

por la mañana en la fila
el Cuerpo de Cristo
en la tarde a las cinco
en el almacén de la Gloria
yo llevo el amor
Amén.

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