viernes, 16 de octubre de 2009

Me ha parido
una yegua malherida
perdida
en el medio del camino

Una madre penetrada
por la luna
acabada
por un jinete sin fortuna

me han dejado
por lunatico
tirado
en un desierto poco carismatico

Me lamen el sudor
unos cuarenta caballos
pasan su enorme lengua
por mi oreja
y mi cabeza
me dicen al oido
que no corra
que no apure
que me calme
que no hay final que no sea un inicio
que me quede bajo el reino del sol
chupando caracoles
que las piernas se me hagan raices
y que convierta este lugar
en un bosque traga almas
que tenga hijos con la arena
y poblemos
este mar
de millones de llantos
de rocas solitarias

3 comentarios:

  1. Me han parido por la boca.


    Te quiero,
    y vamos por nuestro proyectito!

    ResponderEliminar
  2. Este no me gustó tanto, no sé por qué.
    Te quiero estúpidi

    ResponderEliminar
  3. a mi sí, como que superó el umbral de letra-de-canción.

    no se por qué me acordé de los caballos que salian en El Aro.

    si se pudieran comentar tonteras como estas en los recitales de poesia.

    y tengo a mano este subrayado de Gonzalo Rojas: "puro caballo sin hueso corriendo en ninguna dirección"

    tamañana.

    ResponderEliminar