miércoles, 17 de marzo de 2010

Polvo y Sal

El cielo se ha vuelto una ballena
con su enorme bocanada resaltando
los ojos de los nuestros
Y los vuestros tan honrados que traspasan
sus migajas de vellos
Traslucen la mirada en una línea
A su resurrección
Nuestros cuerpos inmanentes


Va ser tan inútil creer en mis argumentos
todos se corrompen
por su grito
Abre el cielo y come
los restos del amor
Las cenizas nuestras
regadas por el suelo

El comienzo
se llena de vuelos
Alas enroscadas
torpes a la referencia
de tu
Aura
por mi cuerpo

La similitud
es incorrecta
Tu abecedario se roba
lo tuyo de un aliento muerto
Utiliza la palabra como un
vagabundo transversal
Entra por la ventana
Coge de mi alma

UN SER
DE POLVO Y SAL.

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