domingo, 20 de diciembre de 2009

Acaeciendo después de tu verbo.

Hay un hongo con ramas de arbolito

creciendo en mi pecho

un hongo diminuto

que fue un puntito

un lunar

una mancha

que fue un lugar

que va a ser

un arbusto

un bosque.



Hay un bosque en mi pecho y me he perdido

me he perdido

cantan en este bosque los pajáros todas las mañanas

se los comen las bestias todas las tardes

se bañan en la fuente que se ha acogido en mi ombligo

lloran los búhos,

y rezan los ciervos

todas las noches.



He talado

todos esos árboles

en mi búsqueda

y no encuentro más que

lobos de caras tristes

y cazadores emparentados

con sabias o rudas.



Me he perdido en una mancha

que un día

broto de mi pecho

que refleja el aceite de tus manos

en mi cuerpo de agua.

4 comentarios:

  1. Me gustó muchísimo!!
    (también el anterior, pero este me dio un no-se-qué cuático en la guatita)

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  2. o un cazador perdido convertido ya en animal dios del bosque-pena.

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  3. Debo decir que eres mi poeta del 2010, le estoy leyendo tus poemas a mi amiga Rocío que está aquí a mi lado y le digo: YO ME CASÉ CON ELLA LOCA, CON ELLA!

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